sábado, 29 de septiembre de 2012

La vida interior

Nuestra vida tiene dos áreas la exterior y la interior. El aspecto exterior tiene que ver con nuestra reputación frente a otras personas. El interior refleja nuestra reputación con Dios.
Tenemos que prestar más atención a lo que sucede interiormente. Los pensamientos, las actitudes, los motivos, y los deseos, todas estas cosas son importantes para el Señor.
Según Dios, la persona interior es la verdadera. Un cristiano realmente poderoso es uno que tiene el corazón puro, dedicado por completo a Dios.
Nuestra vida interior consiste en el alma y el espíritu. Nuestro espíritu es habitado por el Espíritu Santo al nacer de nuevo. La voluntad de Dios y su deseo para nosotros es que busquemos al Espíritu Santo y que permitamos que Él habite en nuestro interior.
Nuestra alma controla la mente, la voluntad, y nuestras emociones. Nuestro espíritu, junto con el Espíritu Santo, tiene las funciones de la conciencia, intuición, y la comunión con Dios.
Debemos permitirle a Dios que habite en nuestro ser interior por completo, obrando a través de su fuerza divina, la cual entró a nuestro espíritu cuando nos salvó, haciéndose Él único dueño.


El interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible,
que es de grande estima delante de Dios.
1 Pedro 3:4

Tomado del Libro Vida en La Palabra
Por Joyce Meyer

Editor Agenda de Dios: Olman Rímola

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